¿Sientes que tu pasado sigue interfiriendo en tu presente?
A veces, no es lo que ocurre hoy lo que nos bloquea, sino lo que no pudimos procesar ayer.
Quizás arrastras ansiedad, insomnio, inseguridad o patrones repetitivos que te desconectan de ti. Tal vez viviste relaciones tóxicas, abandono, abuso, pérdidas profundas o situaciones que marcaron tu vida —aunque no sepas bien cómo ponerles nombre.
El cuerpo recuerda lo que la mente a veces olvida.
Y hasta que no lo sanamos, el pasado se sigue colando en nuestro presente.

